Dr. Rafael Félix Mora Ramírez
rmora@unfv.edu.pe
rmorar@uni.edu.pe
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6420-493X
Con motivo de celebrar la diversidad cultural presente en Brasil, nos interesa investigar algo sobre la ciencia y la tecnología del pueblo africano para rendir homenaje a esta gran influencia.
Hoy podemos entender la ciencia como un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, estructurados sistemáticamente y de los que se deducen principios y leyes generales. Sin embargo, aplicar esta definición a lo producido en las culturas antiguas puede ser problemático. Por esta razón, preferimos hablar de “conocimientos” sin que esto signifique alguna forma de desprecio por los pueblos del pasado. Así, podemos pensar en los saberes africanos, algunos de los cuales comentaremos. Por ejemplo, se sabe que los africanos desarrollaron las matemáticas primitivas. La evidencia más importante está en el “hueso de Ishango” (ver Figura 1), que era una especie de registro de operaciones matemáticas elementales, como duplicar una cantidad, restar o sumar la unidad de una cantidad dada e incluso encontrar ciertos números primos (Gerdes, 2014).
En el ámbito astronómico también tenemos la presencia de los “Dogon” que fueron aquellos sabios que investigaron sobre el universo cósmico y que ya conocían desde el siglo V o VII antes de Cristo la estructura de la Vía Láctea, las lunas de Júpiter y los anillos de Saturno. (Dagoberto, 2009)
Lo mismo que ocurre con el concepto de ciencia sucede con el de tecnología. Hoy en día, la tecnología puede definirse como un conjunto de teorías y técnicas que permiten el uso práctico del conocimiento científico con el objetivo de transformar la naturaleza de acuerdo a los proyectos humanos. En ese sentido, los artefactos son el conjunto de instrumentos y procedimientos que produce la investigación científica (telescopios, microscopios, computadoras, radares, etc.). Del mismo modo, en el caso de las antiguas culturas africanas, preferimos usar el término “técnicas”, porque es más apropiado. Esto no significa que el concepto de técnica sea inferior al de tecnología. Más bien resulta más amplia pues la técnica así pensada no depende de una ciencia tan sofisticada y especializada como la existente actualmente. La técnica es un saber cómo que satisface ciertas necesidades. Así, la herrería africana surgió como una actividad que buscaba trabajar el metal para diseñar objetos. Sin embargo, el herrero no sólo era un trabajador, sino que también era algo más. Era alguien que hacía obras de arte y de culto religioso. En ese sentido, los objetos de metal no solo podrían ser objetos útiles sino también sagrados.
Por ejemplo, la escultura de arriba se utilizaba principalmente para realizar tareas espirituales relacionadas con un fin curativo. De este modo, los herreros eran considerados hombres sabios que conocían la medicina bajo el formato de rituales sanadores.
Este trabajo pretendió mostrar algunas características de la cultura africana original de aquellos seres humanos que se asentaron en Brasil. Fueron estos hombres y mujeres traídos de Angola, Congo, Mozambique, Nigeria y el antiguo reino de Daome los que aportaron su fuerza de trabajo, conocimientos y técnicas a Brasil. Algunos africanos eran de la cultura bantú. Estos eran conocidos por la fabricación de objetos de cerámica, el desarrollo de su agricultura, la cría de ganado, la domesticación de plantas y el dominio de las técnicas metalúrgicas. Sin ellos, Brasil no sería hoy una de las potencias emergentes de Sudamérica.
Referencias:
Deco Art Africa (2019). Bantu Congo Fetish Figure #519. Deco Art Africa. http://decoartafrica.com/item/158-bantu-congo-fetish-figure-519
Dagoberto, J. (2009) África: lugar das primeiras descobertas, invenções e instituições humanas. Portal Geledés. https://www.geledes.org.br/africa-lugar-das-primeiras-descobertas-invencoes-e-instituicoes-humanas/
Gerdes, P. (2014). Reflexões sobre o ensino da matemática e diversidade cultural. Revista Latinoamericana de Etnomatemática. 7 (2)108-118. https://www.revista.etnomatematica.org/index.php/RevLatEm/article/view/124/328
Resumen curricular:
Rafael Félix Mora Ramirez es Doctor en Filosofía. Actualmente es profesor nombrado en la UNFV y en la UNI en Perú. Es autor de los libros “El valor de la lógica. Ensayo apologético” (2019), “Quechua: problema y posibilidad” (2020), “Para comprender a las falacias” (2020), “Investigando la lógica desde un punto de vista filosófico” (2022) y también ha escrito la novela “Juventud en lucha” (2022). Miembro de la RED HOLOS XXI.