Piñero, Rivera & Esteban (2020)
Existe en la literatura un abanico de nociones nomotécnicas para enunciar a la corriente o paradigma del interpretativismo, entre las que pueden encontrarse: investigación naturalista, paradigma cualitativo, naturalista, humanista, enfoque fenomenológico, fenomenología hermenéutica, investigación hermenéutica, paradigma simbólico, entre otras. Este paradigma surgió como reacción al intento de aplicar metodologías de investigación de las Ciencias Naturales en el estudio de los fenómenos sociales. Se centra en el actor social para comprender su punto de vista y obedece a la concepción filosófica de la que se nutre y que le provee los fundamentos acerca de lo “real” y las posibilidades de conocerlo, de igual forma corresponde a los supuestos metodológicos en los que basa su pretensión de elaborar una teoría de lo social.
En el interpretativismo, se parte del supuesto que los comportamientos pueden constituir acciones a ser interpretadas por referencia, ya que las intenciones o propósitos del actor al momento de realizar la acción, no son observables del mismo modo que los objetos naturales. De este modo, que se procura revelar o develar los motivos o intenciones, lo cual conlleva a “interpretar” o entender el significado subjetivo que la acción tiene para el actor, dado que todo comportamiento del actor en forma individual o social siempre viene incorporado de las interpretaciones asignadas sobre ese accionar. Es así que Ugas (2005) señala:
Una misión de la ciencia “interpretativa” consiste en descubrir significados, para hacer inteligible la acción. En este sentido los significados están predeterminados por las “formas de vida”, por ende, la misión de una ciencia social “interpretativa” es descubrir el conjunto de reglas sociales que dan sentido a determinado tipo de actividad social, para revelar la estructura de inteligibilidad que explica por qué tiene sentido la acción que observamos. (p.26).
Por su parte Sandín Esteban (2003) plantea que desde esta postura se rechaza la idea de que los métodos de las Ciencias Sociales deben ser idénticos a la de las Ciencias Naturales, puesto que estas se diferencian entre ellas, por cuanto las primeras buscan la comprensión (Verstehen) del significado de los fenómenos sociales, mientras que las segundas pretenden la explicación científica (Erklaren). Desde esta perspectiva, se revela el concepto clave en las Ciencias Sociales, también llamadas ciencias del espíritu: la comprensión (Verstehen), defendida por el gran filósofo contemporáneo Dilthey (1833-1911). Dado que las Ciencias Naturales generan conocimiento a través de la explicación de la naturaleza, las ciencias del espíritu lo hacen mediante la comprensión, lo cual permite acceder al conocimiento del fenómeno o entidad individual mediante tres conceptos: la experiencia, la expresión y la comprensión (o entendimiento).
En tal sentido, el paradigma se fundamenta en los aportes de la fenomenología social representada por su máximo exponente, Alfred Shutz, quien proviene de la corriente filosófica iniciada por Husserl y se apoya en las contribuciones de la sociológica de Max Weber, en donde se refuta la concepción de la “objetividad” como relación externa a los individuos y se plantea la recuperación de lo “vivido”, su significado y la interpretación que hace el sujeto de dicho proceso. En palabras de Van Manem (2003) “El ser humano es una persona que «significa», es decir, que da significado a las cosas del mundo y deriva significado de ellas. Dicho de otro modo: las cosas del mundo se experimentan significativamente y es sobre esa base que se plantean y tratan las cosas” (p.32).
En este orden de ideas, vale la pena resaltar la concepción que tienen al respecto Carr y Kemmis (1998) quienes plantean que:
…las explicaciones del VERSTEHEN no dependen de una especie de empatía intuitiva misteriosa que permita al científico social, no se sabe cómo, colocarse en la mente de las personas a quienes observa, sino que son explicaciones que procura dilucidar la inteligibilidad de las acciones humanas clarificando el pensamiento que las informa y situándolos en el contexto de las normas sociales y de las formas de vida dentro de las cuales ocurren. Su objetivo no es ofrecer explicaciones causales de la vida humana, sino profundizar y generalizar nuestro conocimiento de por qué la vida social se percibe y experimenta tal como ocurre (p. 105).
Tenemos pues, que el significado subjetivo de la acción social, la forma en que la gente siente y vive el proceso real permite describir tales acciones, no solo como proceso mental, sino como práctica social determinada, es decir, acciones contextualizadas. Desde esta perspectiva se cuestiona que el comportamiento de los sujetos esté gobernado por leyes generales y caracterizado por regularidades subyacentes. Los investigadores de orientación interpretativa se centran en la descripción y comprensión de lo que es único y particular del sujeto más que en lo generalizable.
Por consiguiente, el interés básico se centra en el desarrollo de conocimiento ideográfico y en la concepción de múltiples realidades dinámicas y de carácter holístico, así como también, defiende el carácter constructivo – interpretativo del conocimiento tal y como lo refiere González Rey (2007) al explicar que la “comprensión del conocimiento debe ser vista como producción y no como la aprehensión lineal de una realidad que se nos devela, no es algo que está listo para conocer una realidad ordenada de acuerdo con categorías universales del conocimiento” (p. 4).
De allí que, dentro del estudio de las múltiples realidades sociales, este paradigma nos ofrece la posibilidad de producir conocimiento a partir de los significados que le atribuyen las personas que forman parte de dichas realidades y que se hacen visibles a través de sus creencias, intenciones y motivaciones. Queremos con ello significar y apoyar lo manifestado por Hammersley y Atkinson (1994) cuando afirman que “el mundo social no puede verse ni entenderse en términos de relaciones causales o eventos prescritos y regulados por leyes universales. Debe ser así puesto que las acciones humanas están basadas e incorporadas por significados sociales: intenciones, motivos, actitudes y creencias”(p.21). Es por ello que militamos en la creencia del respeto hacia el estado natural del mundo social y el abordaje de las realidades a través de una concepción de fidelidad ante el fenómeno que estamos estudiando, y no al apego estricto de los postulados metodológicos que la dirigen.
En esta perspectiva teórica, el conocimiento no es un instrumento mediante el cual el mundo va siendo des-cubierto o que los significados del mundo “no son tomados de lo dado”, por el contrario, el hombre los va adjudicando e imponiendo, lo que implica asumir el conocimiento como puesto por el investigador en un signar de lo que le rodea. Vargas Guillén (2006) refiere que “el conocimiento es ante todo un producto de la designación que recae sobre las cosas (léase: designar o atribuir sentido, llenar significado, hace relevante para el hombre)” (…) “el hombre atribuye una serie de significantes sobre la cosa y a partir de ella se atiende a la realidad como algo dado; a esta acción la llamamos con el nombre de interpretación” (p.25).
Crotty (1998) considera tres perspectivas fundamentales que han dado lugar al nacimiento del interpretativismo: la hermenéutica, la fenomenología y el interaccionismo simbólico. La gran diversidad de corrientes y escuelas que se engloban en la tradición interpretativa no impide que todas ellas compartan una serie de aspectos comunes acerca de la naturaleza de la realidad a la que se aproxima. Asimismo, tales perspectivas teóricas configuran a su vez algunos métodos de investigación cualitativa como el método fenomenológico hermenéutico, la etnografía interpretativista y las historias de vida, entre otros.
El investigador que emprenda su reflexión epistemológica por esta vía paradigmática deberá consulta o revisar los planteamientos de algunos autores que pueden ilustrar, clarificar y guiar la vigilancia paradigmática de su hacer científico, y cuyo acceso bibliográfico es bastante accesible en medios electrónicos e impresos. Entre los cuales podemos mencionar: Max Weber, Edmund Husserl, Martin Heidegger, Hans-Georg Gadamer, Alfred Shutz, Wilhelm Dilthey, Burgess Blumer, Fiederich Schleirmacher, Paul Ricoeur, Clifford Geertz, Max van Manem,German Vargas Guillén, entre otros.
Texto Extraído de:
Piñero,M.L.; Rivera, M.E. & Esteban,E.(2020) El proceder del investigador cualitativo. Precisiones Para el proceso de Investigación. 2da edición. Lima-Barquisimeto, coedición UNHEVAL-UPEL-IPB. https://doi.org/10.46498/upelipb.lib.0001